René Frieden es un auténtico artesano. Conoce los materiales. Su historia ejemplifica el hecho de que sólo aquellos que invierten mucho tiempo y esfuerzo pueden convertirse en maestros artesanos. El artesano repasa 50 años de experiencia, describe los cambios en su carrera y habla de la paz interior y la plenitud que proporciona el dominio del oficio.
Acompáñenos en esta retrospectiva y conozca los profundos conocimientos de René Frieden sobre el acero y las navajas.
Del bloque a la hoja
Todo empezó con un trozo de acero en bruto. Al principio, parece pesado y áspero. Por su aspecto, aprendemos cómo se funde a altas temperaturas a partir de un mineral subterráneo. Después, el material llega a las manos de René. René le da forma y lo muele constantemente. Es capaz de dar forma al material y mostrar su valor. El resultado son dos componentes ideales: una hoja brillantemente afilada y un muelle; ¡y el legendario cierre de muelle Victorinox que permite abrir y cerrar la hoja con facilidad! Incluso después de 50 años, René Frieden sigue apasionado por su profesión de cuchillero.
Le fascinan los cambios que se producen entre sus manos. Pero el duro trabajo, por romántico que parezca, requiere muchos conocimientos y experiencia. Está familiarizado con todo tipo de metales, pero también es un experto en plásticos y materiales naturales como la madera, el cuerno y el nácar. El cuchillo no sólo tiene que afilarse con hierro, sino también adaptarse perfectamente a la mano. Para mecanizar la hoja y el mango, la biblioteca de herramientas de René está equipada con esmeriles, muelas, ruedas de pulir, herramientas de estampación y prensas. Antiguamente se utilizaba un yunque, y René golpeaba las piezas hasta que tomaban forma. Hoy en día, el trabajo de un cuchillero suele empezar con el estampado de la pieza en bruto. Pero lo único que no cambia es la concentración, para que las manos aprendan a pensar.
De aprendiz a maestro
Un maestro cuchillero sabe exactamente cómo afilar una hoja a 17 grados. Se necesitan meses, si no años, para conseguir el ángulo correcto en la punta de los dedos, como recuerda René su propia experiencia afilando tijeras en Victorinox durante casi un año. “Es duro, por supuesto, pero es el camino a seguir. Es la única manera de dominar la técnica”, sabe muy bien. Por eso, los artesanos deben ser pacientes y curiosos.
Este deseo de aprender y de aprender bien cosas nuevas es lo que les permite trabajar pacientemente durante días en las máquinas de esmerilado y pulido. A veces vale la pena presionarse un poco, como recuerda René un momento bajo de su aprendizaje. “Una vez saqué una nota muy baja. Me llamaron inmediatamente al despacho del jefe. “Hablaba del Consejero Delegado, Carl Elsener, que sabía lo importante que era la nueva generación de talentos para su empresa, entonces una de las 500 de Fortune. Por eso, se fijaba en las notas de todos los aprendices. “Me hacían hacer horas extras para manejar la rectificadora”, dice René, con cierta irritación traviesa en la voz. Por supuesto, ahora sabe lo importante que fue ese periodo para él. Finalmente, en 1970, aprobó su examen de aprendizaje.
Descubra algunas de las tareas especiales de René Frieden
Cortador de nácar
“Me gusta el nácar porque es frío al tacto y muy resistente a los arañazos”, dice René. En cualquier caso, en su trabajo le gusta trabajar con muchos materiales naturales. “La naturaleza es perfecta”, dice el artesano con entusiasmo. El nácar es un buen ejemplo. La concha construye su caparazón capa a capa como una pared de ladrillos. Esto hace que el material sea excepcionalmente resistente. René siempre lleva una navaja de nácar en su llavero.