A la hora de elegir muebles de exterior, puede pensar que deben tener las mismas características que los muebles de interior, como mesas, sillas o sofás, como durabilidad, comodidad y estilo (y, por supuesto, precio).
Todo esto es imprescindible. Pero la principal diferencia entre los muebles de hierro forjado de interior y de exterior es que los muebles de exterior están inevitablemente expuestos al viento, el sol y la lluvia.
Aunque no existen muebles de jardín 100% resistentes a la intemperie. Sin embargo, los diferentes materiales pueden marcar una gran diferencia en la esperanza de vida de sus muebles.
En primer lugar, hay que conocer las ventajas e inconvenientes de cada material. Sólo entonces podrá determinar qué material se adapta mejor a su espacio residencial o comercial, a sus preferencias personales de estilo, a sus necesidades específicas y, estrictamente hablando, cada escenario de aplicación es único.
Factores a tener en cuenta con los materiales de exterior
Mobiliario de exterior, el mantenimiento durante todo el año también es un aspecto importante si desea poder mantener la integridad estructural y su aspecto durante años.
Lluvia y humedad
Si vive en una zona en la que llueve con frecuencia o en la que hay mucha humedad, a la hora de elegir los muebles debe tener en cuenta la elección de materiales resistentes a los daños causados por diversos problemas derivados del agua.
Esto se debe a que la humedad residual no sólo degrada físicamente el material, sino que también supone un riesgo para su salud.
Moho y putrefacción
Los ambientes húmedos crean un entorno en el que prosperan diversos hongos, y los materiales que tienden a absorber la humedad son susceptibles al moho, que puede causar problemas respiratorios, irritación y otros problemas de salud.
Si se mantiene a tiempo, el material no suele sufrir daños. Sin embargo, si no se mantiene a tiempo, la putrefacción puede provocar la biodegradación y descomposición del material.
Óxido.
Metales como el hierro o el acero son susceptibles a la corrosión cuando se exponen continuamente al agua y al oxígeno. El proceso de oxidación erosiona lentamente estos metales, provocando óxido o decoloración.
Además, el pH del aire y la lluvia aceleran el proceso químico, por lo que el óxido es más común en las zonas costeras.
Microdeformación
Los materiales en los que puede penetrar el agua pueden secarse y humedecerse de forma desigual internamente, lo que provoca la deformación (torsión o curvatura) de la forma. Al principio es difícil de detectar, pero con el paso del tiempo es evidente que el material está deformado.
Luz solar y temperatura
Si vive en una zona soleada o con cambios climáticos estacionales drásticos, debe elegir: un material de exterior resistente a los rayos UV y a las diferencias extremas de temperatura.
Descoloramiento
La exposición prolongada a la luz solar puede hacer que muchos materiales se decoloren y pierdan su brillo: por ejemplo, reducción de la viveza del color, manchas irregulares.
Agrietamiento
Algunos materiales se dilatan y contraen considerablemente al calentarse o enfriarse.
Si se exponen a diferencias extremas de temperatura por la mañana y por la noche, pueden agrietarse, partirse, deformarse o volverse quebradizos. Además, el aire seco puede hacer que los muebles se doblen y agrieten.
Absorción de calor
Los muebles de terraza expuestos a la luz solar directa pueden calentarse y resultar incómodos (o inseguros) al tacto. Si no están aislados con tapicería, en casos graves, pueden quemar la piel.