Materiales: Un rollo de tela para malezas de 0,9 m por 15 m, un tubo de cobre de 0,6 m de largo, algunos alfileres, algunas agujas, una cuerda de algodón de 0,12 m, unas tijeras, algunas plantas que te gusten y tierra para cultivarlas.
Paso 1: Corta 28 cm del rollo de tela, el resto lo puedes utilizar más tarde. Dóblalo por la mitad a lo largo y añade un alfiler cada 15 cm donde se unen los dos bordes.
Paso 2: Deje unos 6 mm de espacio en el borde y cosa hacia abajo con una aguja. Retire la aguja cuando haya terminado.
Paso 3: Mida 40 cm hacia abajo desde un extremo de la tela y luego dóblela para obtener un bolsillo de 20 cm. Este será el primero de cinco bolsillos. Asegúrate de doblar el bolsillo de manera uniforme y sujeta con alfileres a cada lado de la parte superior, atravesando las tres capas de tela. Agrega dos alfileres más encima de la parte inferior del bolsillo, nuevamente a través de toda la tela. Retire la regla y mida 40 cm hacia abajo desde la parte superior del bolsillo que acaba de hacer. Dobla el otro bolsillo a menos de 20 cm de la regla. Repita fijando con alfileres la parte superior e inferior del segundo bolsillo.
Continúe con estos pasos, comenzando desde la parte superior del bolsillo anterior y midiendo 40 cm hacia abajo, luego doble hasta la marca de 20 cm hasta que tenga 5 bolsillos. Dobla el exceso de tela hasta el fondo del último bolsillo y sujétalo con alfileres.
Encuentra el centro de la tela y marca ese punto con un alfiler. Comenzando nuevamente desde abajo, cosa el centro de la tela. Esto te da 10 bolsillos.
Paso 4: Cose toda la tela. Cosa hacia atrás al principio y al final de cada esquina del bolsillo, luego retire los alfileres y doble o enrolle el borde largo hacia el centro. Comience nuevamente en la parte inferior de la tela y cosa hasta el otro borde largo.
Paso 5: Dobla la parte superior de la tela hacia atrás 1,5 cm, luego dobla otros 5 cm y asegura la posición. Cose a lo largo del pliegue de 1,5 cm de la espalda. Pase el tubo de cobre a través del canal en la parte superior. Corta la cuerda y deslízala a través del tubo de cobre. Haz un nudo y esconde el nudo dentro de la tubería.
Paso 6: ¡Encuentre un lugar donde pueda colgar su jardín vertical artificial y comience a plantar las plantas que te gusten!
Acerca de la plantación: si presta atención a la adaptabilidad de las plantas y al clima al elegir las plantas para plantar, crecerán mejor. Eso sí, una vez finalizado el jardín vertical artificial, se deben realizar riegos manuales de forma regular según las necesidades de las plantas. Al regar, puede comenzar a regar desde arriba y mover la posición de riego poco a poco para asegurarse de que se puedan regar todas las plantas. Si el clima es muy seco, puedes intentar envolver las raíces de cada planta en un forro de fibra de cáscara de coco para ayudar a retener más humedad. Finalmente, si no tienes tiempo para hacer tu propio jardín vertical artificial, también puedes comprar un jardín vertical artificial directamente.